30.11.13

ENTREVISTA A ALMA AJO, POR J.L.MARTINEZ MESEGUER / INTERVIEW TO ALMA AJO,BY J.L.MARTINEZ MESEGUER


Alma Ajo Gonzalez (Alicante, 1971). Licenciada en Bellas Artes (especialidad en Escultura) por la Universidad Politécnica de Valencia (1996). Se inicia en la práctica artística en 1986, de la mano de su padre, el también artista Lorenzo Ajo (15 de mayo de 1944, Valladolid - 4 de octubre de 1989, Alicante).Artista multi-disciplinar, se sirve de la instalación, la pintura, el collage y el dibujo. Confiesa que donde más a gusto y segura se encuentra es con la acuarela, técnica transmitida por su progenitor, que domina con una impecabilidad y singularidad poco comunes.

¿Hasta cuándo puede un@ considerarse “artista emergente”? 

Me gustaría saber quién inventó el  término “artista emergente”. Cuando lo oigo me da la risa y  no puedo evitar imaginarme a un artista emergiendo de la tierra como lo haría una lechuga o algo así (risas). Evidentemente tiene unas connotaciones y unos intereses muy comerciales con la intención de crear cierta expectativa e interés en coleccionistas, instituciones, especuladores, ect.  El  artista  y  su obra  son   tratados como un producto “pret a porter”, un producto de consumo más en la sociedad, o por lo menos eso se intenta.

En realidad, hace tiempo que emergí, que irrumpí en el escenario artístico con más o menos eco local, jugando así  el “rol” de artista pero supongo que como todavía no he despertado ese interés artístico a gran nivel, no sigo ninguna corriente  “in” y encima no estoy  dentro de  la horquilla de edad de los artistas emergentes, me quedaré en “artista trufa”, o sea bajo tierra (risas). Pero hablando en serio, creo que soy una artista que más que emerger  intenta flotar en este maremagnum de intereses cambiantes, manteniendo mi dignidad como artista, porque a pesar de lo complicado que está todo, de la increíble competencia que existe,  no me he rendido, sigo soñando, sigo aquí. Y ahora más que nunca, el artista tiene un reto tremendo por delante, permanecer  lo más fiel posible a sí mismo
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Luego está el tema de la edad. Es triste comprobar cómo en ciertas ferias de arte, en ciertos concursos, se ponen trabas a la edad de participación…y luego nos lamentamos de que pase lo mismo en la vida laboral y cotidiana. Por supuesto hay que facilitar plataformas artísticas para los jóvenes, darles esa oportunidad igual que cada uno de nosotros tuvimos la nuestra, es ley de vida y mantiene el palpito de vida en el arte,  pero de ahí a que algún organizador  decida no sé muy bien con  qué criterios apartarnos del circuito creativo en cuanto cumplimos cierta edad, pues como que no.

O mejor, de otro modo ¿Cuándo empieza un@ artista a considerarse como tal, sin adjetivación? ¿O es algo a considerar por l@s otr@s?

El cómo uno descubre ese camino y esa vocación es algo enteramente personal, pero no creo que sea en plan: “Mamá, quiero ser artista”, bueno eso creo (risas).
En mi caso, sí recuerdo perfectamente cómo me lo propuse a mí misma, me hice una promesa con una determinación que no admitía dudas. Con unos 9 ó 10 años realicé un dibujo y me dije que cuando fuese mayor me haría pintora aunque sólo fuese para plasmar ese dibujo en un cuadro como Dios manda. Y cumplí mi promesa.

La acuarela, es la técnica con la que dices te sientes más a gusto, pero crees que desgraciadamente es considerada un arte menor o ilustrativa. ¿No crees que sea más bien que en la práctica artística actual se considera menos la superación de las técnicas en favor de la comunicación, del discurso?

La acuarela es una técnica increíble, dúctil, suave y difícil de dominar. El agua como vehículo de la pintura es apasionante. Hay que dejarse llevar  por ella y al mismo tiempo intentar dominar la, o más correctamente encauzarla…. La acuarela  requiere de un sistema de trabajo donde la limpieza del material, del agua y la calidad del papel son imprescindibles, así como de  una frescura  e intuición muy afinadas.

Y sí, la acuarela tradicionalmente no ha sido tan considerada como el óleo, por ejemplo . Por lo menos en este país, no así en otros países, como Reino Unido donde tienen una maravillosa tradición de acuarelistas bastante respetados. Pero creo que aquí la tendencia está cambiando afortunadamente, y cada vez más artistas, sobre todo los jóvenes, hacen uso de esta técnica dándole una proyección y una categoría creativa desconocida hasta la fecha.

Es posible, que como dices, se ponga el acento más en lo conceptual, más en el contenido que en el continente. Pero todo discurso artístico está revestido de algo no?  aunque no sea necesariamente de una técnica tradicional. Al fin y al cabo, se hace cierto el axioma de McLuhan  “El medio es el mensaje”.

 Pero creo que simplemente hay demasiados prejuicios sobre lo que es  o  no moderno. Y  lo malo es eso, cuando entra en juego la palabra “moderno”. Esta palabra, positiva en sí misma, es  utilizada con demasiada frecuencia como una guadaña para excluir, para restar, en vez de sumar, formas de crear que ya no se consideran  actuales.
También es cierto que se espera  que el  artista explique con palabras, con todo lujo de detalles  y perfectamente articulado, un discurso. Y además sinceramente pienso que las actuales generaciones están bastante preparadas para ello. Pero la palabra es un vehículo de emoción que ya tiene a sus propios  creativos, los escritores. Está muy bien argumentar y explicar tu obra porque implica una introspección y una reflexión, una maduración del proceso creativo,  pero intentar suplir la función puramente  emocional  de la imagen con la palabra, siendo artistas plásticos, me parece extraño. En primer lugar porque la creatividad no es lineal, no se puede explicar en plan  “Esto lo he hecho así porque intento transmitir esto otro”, la creatividad no funciona así. Es más complicada y entran más factores en juego.
Luego está el individualismo de cada artista  que  deja  al espectador, hablo de un espectador más o menos  formado, sin armas suficientes para conseguir unas claves esclarecedoras.  Y claro, a veces,  el espectador, sin atreverse a rechistar, siente que está en el cuento de El rey desnudo, en el que no admitirá que no ve un vestido inexistente por miedo a quedar como un estúpido. Y  le entiendo.
A veces cuando veo la tele y veo a un artista con un “bonito discurso” pero con una obra que no me convence nada, me digo en silencio, “Muéstrame lo que quieras, un discurso, un proyecto, lo que quieras… pero vistelo con un vestido de verdad, ponle carne”.

Técnica que te transmitió tu padre, háblanos un poco de él…

Bueno, no tengo palabras para expresar mi agradecimiento ante la generosidad que mostró cuando empecé a pintar más continuadamente a los 14 años, al fin y al cabo él me cedió parte de su material, mis primeros pinceles y acuarelas, y retales de papel para hacer mis pinitos, y sobre todo, me brindó la posibilidad de verle pintar en vivo, pues había techado gran parte de nuestra terraza y había instalado allí el estudio. Nunca me impuso nada, aunque alguna vez me echó alguna que otra bronca, como cuando utilicé el negro puro en las sombras, haciéndolas pesadisimas, “¿Es que no sabes que el negro puro no existe?” me espetaba. O cuando, ante mi falta de resolución para pintar unas manos, las escondí en el dibujo de tal manera que me reprochó la picardía: “A  ver si te crees que la gente es  tonta, y no se va a dar cuenta de que no has hecho las manos. Tienes que hacer bien las manos”,
Pero este periodo de felicidad al descubrir el mundo al tiempo que descubría mi vocación duró poco, pues  él  enfermó de  mente y  espíritu y decidió dejar este mundo. Nadie sabrá nunca con exactitud las causas de su sufrimiento, las puedo intuir, lo único que sé es que le he entendido y que al menos yo, le he perdonado.
Por supuesto, le echo mucho de menos y me quedo con lo mejor de él, su tolerancia, su libre pensamiento, su sentido del humor…y echo de menos su integridad y aplomo  que transmitía en su trabajo con una profesionalidad impecable, hasta el punto de desechar  y hasta romper  acuarelas que no le convencían , que no estaban a la altura de esa profesionalidad que se exigía a sí mismo…  y en un momento en que no sobraba el dinero y ya sabes que el material de BB.AA  siempre ha sido caro.
Egoístamente hablando me hubiese gustado haber  tenido muchísimo más tiempo para aprender de él  y de su formación técnica, que era bastante sólida y que fue en gran medida aprendida en el estudio de Gastón.
Pero su valía como artista, ya no te digo como persona, no ha sido nunca reconocida ni correspondida, y sólo obtuvo reproches y desprecio  por parte de colegas y algún que otro critico, por dedicarse con la acuarela a retratar rincones de nuestra provincia y de nuestra ciudad para poder subsistir dignamente, nadie le felicitó por el inmejorable trabajo de restauración de los techos del casino, porque la autoría se la dieron a otro en los periódicos, nadie sabe que estuvo a punto de morir despeñado desde un andamio cuando estaba realizando el mural del Gran Sol para Baeza, y tantas otras anécdotas y tantas obras que  quedan en el olvido y  hoy por hoy, esa injusticia se mantiene vigente.

En un principio, tu entorno, tus herman@s Alicia, Aurea y Pablo, aparecen en tus obras, ¿como modelos, como auto referencia, como experiencia vivencial?

Desde luego fueron mis modelos, toda mi familia y hasta nuestras mascotas… (risas). Sin duda hay algo de mí en ellos  y  los retrataba porque era  mi mundo más cercano, porque había un gesto, una pose que me cautivaban y los retrataba casi al instante, sin dilación. En aquel entonces  era muy rápida y aprendí mucho en poco tiempo, y alternaba temas cotidianos con temas inventados y copias de aquellos a los que admiraba, Matisse, Bonnard, las aguadas a tinta china, ect. Fue maravilloso aprender así, sobre todo cuando mi padre vivía todavía.  Mis primeras acuarelas son muy intimistas y  reflejan como era mi mundo en aquel entonces, era relativamente feliz y no necesitaba nada más. Y dentro de ese universo feliz estaba mi familia, a pesar de todo.


Lo gracioso del tema es que cuando  retrataba a  alguna hermana mía, dependiendo de su humor se molestaba: “No quiero que me pintes” me decía, pero si respetaba su decisión y dejaba de pintarla también se molestaba “Ya no me pintas, Por qué?”  (risas). Se mosqueaba porque dejaba de existir en mi Universo, y bueno, si encima   pintaba más a una hermana que a otra….
Era una estupenda y divertida forma de relacionarme con mi familia.


Finalmente mi hermana Aurea se ha convertido , más que ningún otro miembro de mi familia, en una modelo estupenda para poder transmitir mensajes más globales, más abstractos, como así ocurre en mi serie   “La Nueva Nefer” donde la represento como una nueva Gaia con el mensaje de cuidar la Tierra,  y  en “[Auti] + [ ]”(ambas del 2001).



También me he autorretratado en alguna ocasión y he utilizado en mi serie de “Espíritu azul” “Destino”, ”Rayada”(2001) imágenes mías de cuando era pequeña, ahí sí que me expongo más a mi misma.

Pero  hace ya un tiempo que no les tomo como modelos, como referentes y  últimamente me apetece bastante, tengo una idea rondándome la cabeza  en la que incluir a todos los miembros de mi familia, en una de mis cajas, a los vivos y a los muertos.

En una de tus últimas series “Rectangular” también reflejas la realidad que nos rodea, de rabiosa actualidad ¿Crees, como artista, que debes implicarte, mojarte, mejorar la sociedad, mostrárnosla como la ves con tus ojos o como diría Yates “no entreguéis nunca / vuestro corazón / por completo”?




Mejorar la sociedad… uhmmm,bonita utopía… me conformo con “prestar” mis ojos a través de mis obras. No intento aleccionar a nadie, ni comenzar cruzadas de ningún tipo, sólo mostrar cómo siento el mundo ahora. Personalmente, no puedo dejar pasar ciertos temas y los  reflejo. A medida que he ido tomando conciencia del mundo que nos rodea ha sido así, y fue determinante un acontecimiento penoso, el vergonzoso genocidio en Bosnia, donde se veían y oían historias terribles, historias que creías que no se volverían a repetir. No es una obligación representar o mojarse en esos temas, cada uno es responsable del camino que toma, y esa libertad artística es respetable y  además detesto las obligaciones morales impuestas…pero la endogamia y el divismo del mundo del arte nos pasarán factura, y no dentro de mucho. La gente nos preguntará más temprano que tarde, que hicimos los artistas por mejorar la conciencia global, nos preguntarán donde estaban las vanguardias de pensamiento en los tiempos de crisis, que hacíamos a parte de mirarnos el ombligo, asistir a cócteles y preguntar a las instituciones  Qué hay de lo mío?. Estoy hablando en términos muy generales, porque estoy segura de que muchos artistas están comprometidos sinceramente con la realidad actual. Pero mi impresión es que en cuestión de pensamiento y conciencia, los movimientos ciudadanos, animalistas y hasta sectores científicos han tomado el relevo, la revolución de pensamiento es suya y no estamos participando de esa revolución. Ya no somos la avanzadilla de nada.

Tu serie de “cajas” ¿son un reducto de tu infancia? ¿De unos mundos soñados? ¿Qué has intentado atrapar o aprehender en ellas?

Me resulta difícil contestar con exactitud sobre lo que son en realidad. Evidentemente son mundos soñados, visionados, reconstruidos. Para mi es retomar, recordar el placer y el misterio de vivir los espacios.
Cuando abordo una caja, el acicate es el espacio mismo, el misterio de sentir y transmitir esa pasión por el espacio. No deja de emocionarme que una caja de reducidas dimensiones sea capaz de abrir áreas de sentimiento tan abstractas, inconmensurables, una añoranza que no tiene  ubicación y a lo más que se parece es a la mirada de la infancia, una infancia que no es tal si no más bien un estado de ser.
Necesitaba la búsqueda de lo misterioso, lo fantástico y por  otro lado necesitaba una determinada forma de hacer, de crear, agotada creativamente como estaba de formas de expresión bidimensionales. Puedo configurar objetos híbridos, realizados, manipulados y/o simplemente escogidos dando inmediatez a mis ideas, mis ocurrencias.



Sin un hilo conductor a priori, no hay un tema único, determinante, cerrado. Cada caja es como un cuento, que sigue o desmiente al anterior, depende. En los cuentos puede haber un erotismo incipiente (“Deseo”), hay amores y desamores (“Apolo y Dafne”), locura (“Las Ménades"), reinas y palacios, espacios misteriosos y espacios lúdicos (“Les jardins”).
Los cuentos también se pueden volver pesadillas (“Bueno, bonito, barato” y “Granjas”).
Y en los cuentos también hay poesía (“Nana para Marilyn”) y hay silencio (“Sacra Conversazione”).
Mi búsqueda va dirigida a lograr silenciar la mente, lograr transmitir ese silencio, para poder así abrir vía directa a la ensoñación.

Te has servido de la mitología en tus obras, ¿está siempre de actualidad o siempre viene bien para aleccionar?

La mitología griega es maravillosa, fantástica. Es eterna. Es la que utilizo por ser más cercana en cultura. Es un estupendo armazón para revestirlo con todo tipo de sentimientos y sensaciones, desde lo más divertido hasta lo más trágico. La mitología no sólo hace buenas migas con el clasicismo, de los que hay ejemplos bellísimos, es increíblemente dúctil con formas de expresión contemporáneas, incluso abstractas. Siempre me ha gustado, desde bien joven, por que abría áreas de imaginación y fantasía y me imaginaba a dioses y diosas con las caras de las obras de artistas del Renacimiento y demás. La mitología te muestra a héroes luchando contra adversidades, y son tan humanos que la mayoría de las veces pierden. Pero me encanta cuando salen victoriosos y logran regalos para los humanos. Y como ya te he comentado antes, no intento aleccionar a nadie con estas historias, sólo divertirme y/o sorprender visualmente, aportar mi granito de arena al enriquecimiento visual, buscar formas nuevas a historias de siempre.

La coyuntura, tu entorno, la cultura que nos rodea, algunos mitos contemporáneos (Elvis, Marilyn, Audrey) ¿te sientes pop o low brow? (En el sentido de utilizar los iconos de la cultura popular actual).






La verdad es que no siento pertenecer a ningún movimiento. No me gustan las etiquetas, porque desvirtúan la visión que se tiene de un artista, ponen el foco en determinados elementos de su obra y desechan otros, con lo cual esa visión resulta incompleta. Sobre todo cuando no se tiene pretensión alguna de pertenecer a ninguna tribu artística, como es mi caso. Lo que pasa es que afortunadamente hay unas posibilidades creativas increíbles, y de entre todas ellas, la utilización de imágenes y mitos archiconocidos, que pueden servir para expresar otro tipo de sentimientos, ideas más intimistas de lo que pueda parecer en un primer momento. Es como cuando utilizo la mitología clásica, no hago distinción, y al fin y al cabo nuestros mitos contemporáneos se han convertido en nuestros héroes modernos. Simplemente cojo las imágenes, signos y símbolos que me gustan y las utilizo o mezclo a mi antojo, con cada vez menos complejos. Si eso es ser low brow o pop, pues bueno, lo soy.

En muchas de tus piezas se aprecia la soledad, el dolor ¿son tus inquietudes o crees que son los males que nos preocupan?

Sobre todo en piezas del pasado, esa serie de intestinos gritando y los tiranos en el 98…en fin. Son inquietudes propias que se han agudizado en la actualidad. Y claro, estamos viviendo unos tiempos espeluznantes a nivel nacional y también global. Siempre han existido el dolor, la crueldad, el horror….pero eso no es un gran consuelo. Y entonces piensas que la mejor manera que tienes de contrarrestar toda esa fealdad es denunciándola en tu obra por supuesto, pero también rebelándote a través del arte, de piezas que reflejen también belleza, alegría de vivir, la fantasía, lo tierno y hasta lo infantil.

Ese proyecto que te apetece mucho y está esperando su momento…


El proyecto que me encantaría realizar y que llevo demasiado tiempo barruntando, es una exposición antológica de mi padre y escribir una  biografía comentada de una manera objetiva y al mismo tiempo plagar la de recuerdos propios, familiares y amigos,con obra catalogada. Sueño con dos espacios posibles: La Lonja del Pescado y Las Cigarreras. Ofrecer al público la posibilidad de ver la obra de mi padre, sobre todo las últimas acuarelas, que son ineditas y de una fuerza expresiva increíble es mi gran sueño hoy por hoy. Y ese proyecto  lleva mucho tiempo esperando su momento, pero creo que se trata más bien de tocar la puerta adecuada, y ahora sería un buen momento porque la gente necesita recobrar identidad, recobrar raíces. Sería un puntazo que permitiría cerrar por fin un capitulo en nuestras vidas: en la de mi familia y en la mía.

                                        J.L.Martinez Meseguer



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