Alma Ajo Gonzalez (Alicante,
1971). Licenciada en Bellas Artes (especialidad en Escultura) por la
Universidad Politécnica de Valencia (1996). Se inicia en la práctica artística
en 1986, de la mano de su padre, el también artista Lorenzo Ajo (15 de mayo de 1944, Valladolid - 4 de octubre de 1989,
Alicante).Artista multi-disciplinar, se sirve de la instalación, la pintura, el
collage y el dibujo. Confiesa que donde más a gusto y segura se encuentra es
con la acuarela, técnica transmitida por su progenitor, que domina con una
impecabilidad y singularidad poco comunes.
¿Hasta cuándo puede un@
considerarse “artista emergente”?
Me gustaría saber quién inventó el término “artista emergente”. Cuando lo oigo
me da la risa y no puedo evitar
imaginarme a un artista emergiendo de la tierra como lo haría una lechuga o
algo así (risas). Evidentemente tiene unas connotaciones y unos intereses muy
comerciales con la intención de crear cierta expectativa e interés en
coleccionistas, instituciones, especuladores, ect. El
artista y su obra
son tratados como un producto
“pret a porter”, un producto de consumo más en la sociedad, o por lo menos eso
se intenta.
En realidad, hace tiempo que emergí, que irrumpí en el
escenario artístico con más o menos eco local, jugando así el “rol” de artista pero supongo que como
todavía no he despertado ese interés artístico a gran nivel, no sigo ninguna
corriente “in” y encima no estoy dentro de la horquilla de edad de los artistas
emergentes, me quedaré en “artista trufa”, o sea bajo tierra (risas). Pero
hablando en serio, creo que soy una artista que más que emerger intenta flotar en este maremagnum de
intereses cambiantes, manteniendo mi dignidad como artista, porque a pesar de
lo complicado que está todo, de la increíble competencia que existe, no me he rendido, sigo soñando, sigo aquí. Y
ahora más que nunca, el artista tiene un reto tremendo por delante,
permanecer lo más fiel posible a sí
mismo
.
Luego está el tema de la edad. Es triste comprobar cómo en
ciertas ferias de arte, en ciertos concursos, se ponen trabas a la edad de
participación…y luego nos lamentamos de que pase lo mismo en la vida laboral y
cotidiana. Por supuesto hay que facilitar plataformas artísticas para los
jóvenes, darles esa oportunidad igual que cada uno de nosotros tuvimos la
nuestra, es ley de vida y mantiene el palpito de vida en el arte, pero de ahí a que algún organizador decida no sé muy bien con qué criterios apartarnos del circuito
creativo en cuanto cumplimos cierta edad, pues como que no.
O mejor, de otro modo ¿Cuándo empieza un@ artista a considerarse como tal, sin adjetivación? ¿O es algo a considerar por l@s otr@s?
El cómo uno descubre ese camino y esa vocación es algo enteramente personal, pero no creo que sea en plan: “Mamá, quiero ser artista”, bueno eso creo (risas).
El cómo uno descubre ese camino y esa vocación es algo enteramente personal, pero no creo que sea en plan: “Mamá, quiero ser artista”, bueno eso creo (risas).
En mi caso, sí recuerdo perfectamente cómo me lo propuse a
mí misma, me hice una promesa con una determinación que no admitía dudas. Con
unos 9 ó 10 años realicé un dibujo y me dije que cuando fuese mayor me haría
pintora aunque sólo fuese para plasmar ese dibujo en un cuadro como Dios manda.
Y cumplí mi promesa.
La acuarela, es la técnica
con la que dices te sientes más a gusto, pero crees que desgraciadamente es
considerada un arte menor o ilustrativa. ¿No crees que sea más bien que en la
práctica artística actual se considera menos la superación de las técnicas en
favor de la comunicación, del discurso?
La acuarela es una técnica increíble, dúctil, suave y
difícil de dominar. El agua como vehículo de la pintura es apasionante. Hay que
dejarse llevar por ella y al mismo
tiempo intentar dominar la, o más correctamente encauzarla…. La acuarela requiere de un sistema de trabajo donde la
limpieza del material, del agua y la calidad del papel son imprescindibles, así
como de una frescura e intuición muy afinadas.
Y sí, la acuarela tradicionalmente no ha sido tan
considerada como el óleo, por ejemplo . Por lo menos en este país, no así en
otros países, como Reino Unido donde tienen una maravillosa tradición de
acuarelistas bastante respetados. Pero creo que aquí la tendencia está
cambiando afortunadamente, y cada vez más artistas, sobre todo los jóvenes,
hacen uso de esta técnica dándole una proyección y una categoría creativa
desconocida hasta la fecha.
Es posible, que como dices, se ponga el acento más en lo
conceptual, más en el contenido que en el continente. Pero todo discurso
artístico está revestido de algo no?
aunque no sea necesariamente de una técnica tradicional. Al fin y al
cabo, se hace cierto el axioma de McLuhan
“El medio es el mensaje”.
Pero creo que
simplemente hay demasiados prejuicios sobre lo que es o no
moderno. Y lo malo es eso, cuando entra
en juego la palabra “moderno”. Esta palabra, positiva en sí misma, es utilizada con demasiada frecuencia como una
guadaña para excluir, para restar, en vez de sumar, formas de crear que ya no
se consideran actuales.
También es cierto que se espera que el
artista explique con palabras, con todo lujo de detalles y perfectamente articulado, un discurso. Y
además sinceramente pienso que las actuales generaciones están bastante
preparadas para ello. Pero la palabra es un vehículo de emoción que ya tiene a
sus propios creativos, los escritores.
Está muy bien argumentar y explicar tu obra porque implica una introspección y
una reflexión, una maduración del proceso creativo, pero intentar suplir la función
puramente emocional de la imagen con la palabra, siendo artistas
plásticos, me parece extraño. En primer lugar porque la creatividad no es
lineal, no se puede explicar en plan
“Esto lo he hecho así porque intento transmitir esto otro”, la
creatividad no funciona así. Es más complicada y entran más factores en juego.
Luego está el individualismo de cada artista que
deja al espectador, hablo de un
espectador más o menos formado, sin
armas suficientes para conseguir unas claves esclarecedoras. Y claro, a veces, el espectador, sin atreverse a rechistar,
siente que está en el cuento de El rey desnudo, en el que no admitirá que no ve
un vestido inexistente por miedo a quedar como un estúpido. Y le entiendo.
A veces cuando veo la tele y veo a un artista con un “bonito
discurso” pero con una obra que no me convence nada, me digo en silencio, “Muéstrame
lo que quieras, un discurso, un proyecto, lo que quieras… pero vistelo con un
vestido de verdad, ponle carne”.
Técnica que te transmitió tu
padre, háblanos un poco de él…
Bueno, no tengo palabras para expresar mi agradecimiento
ante la generosidad que mostró cuando empecé a pintar más continuadamente a los
14 años, al fin y al cabo él me cedió parte de su material, mis primeros
pinceles y acuarelas, y retales de papel para hacer mis pinitos, y sobre todo,
me brindó la posibilidad de verle pintar en vivo, pues había techado gran parte
de nuestra terraza y había instalado allí el estudio. Nunca me impuso nada,
aunque alguna vez me echó alguna que otra bronca, como cuando utilicé el negro
puro en las sombras, haciéndolas pesadisimas, “¿Es que no sabes que el negro puro
no existe?” me espetaba. O cuando, ante mi falta de resolución para pintar unas
manos, las escondí en el dibujo de tal manera que me reprochó la picardía:
“A ver si te crees que la gente es tonta, y no se va a dar cuenta de que no has
hecho las manos. Tienes que hacer bien las manos”,
Pero este periodo de felicidad al descubrir el mundo al
tiempo que descubría mi vocación duró poco, pues él
enfermó de mente y espíritu y decidió dejar este mundo. Nadie
sabrá nunca con exactitud las causas de su sufrimiento, las puedo intuir, lo
único que sé es que le he entendido y que al menos yo, le he perdonado.
Por supuesto, le echo mucho de menos y me quedo con lo mejor
de él, su tolerancia, su libre pensamiento, su sentido del humor…y echo de
menos su integridad y aplomo que
transmitía en su trabajo con una profesionalidad impecable, hasta el punto de
desechar y hasta romper acuarelas que no le convencían , que no
estaban a la altura de esa profesionalidad que se exigía a sí mismo… y en un momento en que no sobraba el dinero y
ya sabes que el material de BB.AA siempre
ha sido caro.
Egoístamente hablando me hubiese gustado haber tenido muchísimo más tiempo para aprender de
él y de su formación técnica, que era
bastante sólida y que fue en gran medida aprendida en el estudio de Gastón.
Pero su valía como artista, ya no te digo como persona, no
ha sido nunca reconocida ni correspondida, y sólo obtuvo reproches y
desprecio por parte de colegas y algún
que otro critico, por dedicarse con la acuarela a retratar rincones de nuestra
provincia y de nuestra ciudad para poder subsistir dignamente, nadie le
felicitó por el inmejorable trabajo de restauración de los techos del casino,
porque la autoría se la dieron a otro en los periódicos, nadie sabe que estuvo
a punto de morir despeñado desde un andamio cuando estaba realizando el mural
del Gran Sol para Baeza, y tantas otras anécdotas y tantas obras que quedan en el olvido y hoy por hoy, esa injusticia se mantiene
vigente.
En
un principio, tu entorno, tus herman@s Alicia, Aurea y Pablo, aparecen en tus
obras, ¿como modelos, como auto referencia, como experiencia vivencial?
Desde luego fueron mis modelos, toda mi familia y hasta
nuestras mascotas… (risas). Sin duda hay algo de mí en ellos y los
retrataba porque era mi mundo más
cercano, porque había un gesto, una pose que me cautivaban y los retrataba casi
al instante, sin dilación. En aquel entonces
era muy rápida y aprendí mucho en poco tiempo, y alternaba temas
cotidianos con temas inventados y copias de aquellos a los que admiraba,
Matisse, Bonnard, las aguadas a tinta china, ect. Fue maravilloso aprender así,
sobre todo cuando mi padre vivía todavía.
Mis primeras acuarelas son muy intimistas y reflejan como era mi mundo en aquel entonces,
era relativamente feliz y no necesitaba nada más. Y dentro de ese universo
feliz estaba mi familia, a pesar de todo.
Lo gracioso del tema es que cuando retrataba a
alguna hermana mía, dependiendo de su humor se molestaba: “No quiero que
me pintes” me decía, pero si respetaba su decisión y dejaba de pintarla también
se molestaba “Ya no me pintas, Por qué?” (risas). Se mosqueaba porque dejaba de existir
en mi Universo, y bueno, si encima
pintaba más a una hermana que a otra….
Era una estupenda y divertida forma de relacionarme con mi
familia.
Finalmente mi hermana Aurea se ha convertido , más que
ningún otro miembro de mi familia, en una modelo estupenda para poder
transmitir mensajes más globales, más abstractos, como así ocurre en mi
serie “La Nueva Nefer” donde la represento
como una nueva Gaia con el mensaje de cuidar la Tierra, y en
“[Auti] + [ ]”(ambas del 2001).
También me he autorretratado en alguna ocasión y he
utilizado en mi serie de “Espíritu azul” “Destino”, ”Rayada”(2001) imágenes
mías de cuando era pequeña, ahí sí que me expongo más a mi misma.
Pero hace ya un
tiempo que no les tomo como modelos, como referentes y últimamente me apetece bastante, tengo una
idea rondándome la cabeza en la que
incluir a todos los miembros de mi familia, en una de mis cajas, a los vivos y
a los muertos.
En
una de tus últimas series “Rectangular”
también reflejas la realidad que nos rodea, de rabiosa actualidad ¿Crees, como
artista, que debes implicarte, mojarte, mejorar la sociedad, mostrárnosla como
la ves con tus ojos o como diría Yates “no entreguéis nunca /
vuestro corazón / por completo”?
Mejorar la sociedad… uhmmm,bonita utopía… me conformo con “prestar” mis
ojos a través de mis obras. No intento aleccionar a nadie, ni comenzar cruzadas
de ningún tipo, sólo mostrar cómo siento el mundo ahora. Personalmente, no
puedo dejar pasar ciertos temas y los
reflejo. A medida que he ido tomando conciencia del mundo que nos rodea
ha sido así, y fue determinante un acontecimiento penoso, el vergonzoso
genocidio en Bosnia, donde se veían y oían historias terribles, historias que
creías que no se volverían a repetir. No es una obligación representar o
mojarse en esos temas, cada uno es responsable del camino que toma, y esa
libertad artística es respetable y
además detesto las obligaciones morales impuestas…pero la endogamia y el
divismo del mundo del arte nos pasarán factura, y no dentro de mucho. La gente
nos preguntará más temprano que tarde, que hicimos los artistas por mejorar la
conciencia global, nos preguntarán donde estaban las vanguardias de pensamiento
en los tiempos de crisis, que hacíamos a parte de mirarnos el ombligo, asistir
a cócteles y preguntar a las instituciones
Qué hay de lo mío?. Estoy hablando en términos muy generales, porque
estoy segura de que muchos artistas están comprometidos sinceramente con la
realidad actual. Pero mi impresión es que en cuestión de pensamiento y
conciencia, los movimientos ciudadanos, animalistas y hasta sectores científicos
han tomado el relevo, la revolución de pensamiento es suya y no estamos
participando de esa revolución. Ya no somos la avanzadilla de nada.
Tu serie de “cajas”
¿son un reducto de tu infancia? ¿De unos mundos soñados? ¿Qué has intentado
atrapar o aprehender en ellas?
Me resulta difícil
contestar con exactitud sobre lo que son en realidad. Evidentemente son mundos
soñados, visionados, reconstruidos. Para mi es retomar, recordar el placer y el
misterio de vivir los espacios.
Cuando abordo una
caja, el acicate es el espacio mismo, el misterio de sentir y transmitir esa
pasión por el espacio. No deja de emocionarme que una caja de reducidas
dimensiones sea capaz de abrir áreas de sentimiento tan abstractas,
inconmensurables, una añoranza que no tiene
ubicación y a lo más que se parece es a la mirada de la infancia, una infancia que no es tal si no más
bien un estado de ser.
Necesitaba la búsqueda de lo misterioso, lo fantástico y por otro lado necesitaba una determinada forma de
hacer, de crear, agotada creativamente como estaba de formas de expresión bidimensionales.
Puedo configurar objetos híbridos, realizados, manipulados y/o simplemente
escogidos dando inmediatez a mis ideas, mis ocurrencias.
Sin un hilo conductor a priori, no hay un tema único, determinante,
cerrado. Cada caja es como un cuento, que sigue o desmiente al anterior,
depende. En los cuentos puede haber un erotismo incipiente (“Deseo”), hay amores
y desamores (“Apolo y Dafne”), locura (“Las Ménades"), reinas y palacios,
espacios misteriosos y espacios lúdicos (“Les jardins”).
Los cuentos también se pueden volver pesadillas (“Bueno, bonito, barato” y
“Granjas”).
Y en los cuentos también hay poesía (“Nana para Marilyn”) y hay silencio
(“Sacra Conversazione”).
Mi búsqueda va dirigida a lograr silenciar la mente, lograr transmitir ese silencio,
para poder así abrir vía directa a la ensoñación.
Te has servido de la
mitología en tus obras, ¿está siempre de actualidad o siempre viene bien para aleccionar?
La mitología griega
es maravillosa, fantástica. Es eterna. Es la que utilizo por ser más cercana en
cultura. Es un estupendo armazón para revestirlo con todo tipo de sentimientos
y sensaciones, desde lo más divertido hasta lo más trágico. La mitología no
sólo hace buenas migas con el clasicismo, de los que hay ejemplos bellísimos,
es increíblemente dúctil con formas de expresión contemporáneas, incluso
abstractas. Siempre me ha gustado, desde bien joven, por que abría áreas de
imaginación y fantasía y me imaginaba a dioses y diosas con las caras de las
obras de artistas del Renacimiento y demás. La mitología te muestra a héroes
luchando contra adversidades, y son tan humanos que la mayoría de las veces
pierden. Pero me encanta cuando salen victoriosos y logran regalos para los
humanos. Y como ya te he comentado antes, no intento aleccionar a nadie con
estas historias, sólo divertirme y/o sorprender visualmente, aportar mi granito
de arena al enriquecimiento visual, buscar formas nuevas a historias de siempre.
La coyuntura, tu entorno, la
cultura que nos rodea, algunos mitos contemporáneos (Elvis, Marilyn, Audrey)
¿te sientes pop o low
brow?
(En el sentido de utilizar los iconos de la cultura popular actual).
La verdad es que no siento pertenecer a ningún movimiento. No me gustan
las etiquetas, porque desvirtúan la visión que se tiene de un artista, ponen el
foco en determinados elementos de su obra y desechan otros, con lo cual esa
visión resulta incompleta. Sobre todo cuando no se tiene pretensión alguna de
pertenecer a ninguna tribu artística, como es mi caso. Lo que pasa es que
afortunadamente hay unas posibilidades creativas increíbles, y de entre todas
ellas, la utilización de imágenes y mitos archiconocidos, que pueden servir
para expresar otro tipo de sentimientos, ideas más intimistas de lo que pueda
parecer en un primer momento. Es como cuando utilizo la mitología clásica, no
hago distinción, y al fin y al cabo nuestros mitos contemporáneos se han
convertido en nuestros héroes modernos. Simplemente cojo las imágenes, signos y
símbolos que me gustan y las utilizo o mezclo a mi antojo, con cada vez menos
complejos. Si eso es ser low brow o pop, pues bueno, lo soy.
En muchas de tus piezas se
aprecia la soledad, el dolor ¿son tus inquietudes o crees que son los males que
nos preocupan?
Sobre todo en
piezas del pasado, esa serie de intestinos gritando y los tiranos en el 98…en
fin. Son inquietudes propias que se han agudizado en la actualidad. Y claro,
estamos viviendo unos tiempos espeluznantes a nivel nacional y también global.
Siempre han existido el dolor, la crueldad, el horror….pero eso no es un gran
consuelo. Y entonces piensas que la mejor manera que tienes de contrarrestar
toda esa fealdad es denunciándola en tu obra por supuesto, pero también
rebelándote a través del arte, de piezas que reflejen también belleza, alegría
de vivir, la fantasía, lo tierno y hasta lo infantil.
Ese proyecto que te apetece
mucho y está esperando su momento…
El proyecto que me
encantaría realizar y que llevo demasiado tiempo barruntando, es una exposición
antológica de mi padre y escribir una
biografía comentada de una manera objetiva y al mismo tiempo plagar la de
recuerdos propios, familiares y amigos,con obra catalogada. Sueño con dos
espacios posibles: La Lonja del Pescado y Las Cigarreras. Ofrecer al público la
posibilidad de ver la obra de mi padre, sobre todo las últimas acuarelas, que
son ineditas y de una fuerza expresiva increíble es mi gran sueño hoy por hoy.
Y ese proyecto lleva mucho tiempo
esperando su momento, pero creo que se trata más bien de tocar la puerta
adecuada, y ahora sería un buen momento porque la gente necesita recobrar
identidad, recobrar raíces. Sería un puntazo que permitiría cerrar por fin un
capitulo en nuestras vidas: en la de mi familia y en la mía.
J.L.Martinez Meseguer